"Somos la nación más poderosa de la tierra", dijo el pato cojo Obama en el debate sobre la nación, su último debate… afortunadamente para el mundo. En primer lugar, el poderoso no lo dice en voz alta. En segundo lugar, el objetivo de un mandatario no debería consistir en ser el más poderoso sino el más justo. Y es que todavía hay algo más luctuoso que un pesimista: un optimista infundado. En tercer lugar, Estados Unidos es más injusto, aún, con Barack Obama que antes. Pero eso no impide al presidente norteamericano ser lo que es: un chulo ignorante. Hispanidad redaccion@hispanidad.com