Es la policía global del lobby LGTB. Pagada por todos nosotros, de Naciones Unidas, cómo no, que se dedican a visitar países anclados en el cavernícola cristianismo. Por ejemplo, Argentina. Los datos los tiene Notivida, la página argentina de defensa de la vida y la familia (nº 1037). Es la nueva policía global del Gobierno mundial que pretende la masonería y el satanismo. Una especie de Gran Hermano mundial de lo políticamente correcto que incluso pasa por encima de gobiernos democráticos. Hispanidad redaccion@hispanidad.com