Lo cuenta un lector en una carta de lo más pertinente. Interesante. A partir de ahora la Generalitat sólo actuará en alborotos callejeros, si se lesionan bienes públicos o a funcionarios. Esto es: se puede atentar contra privados y contra propiedades privadas, pero no contra funcionarios y propiedad pública. Y como ellos son, precisamente ellos, los públicos, porque ahora detentan el poder, pues ya lo saben: la policía se convierte en su guardaespaldas y ellos pueden agredir a cualquier privado, es decir, a cualquier ciudadano, o robar cualquier propiedad privada, porque ya se sabe que la propiedad privada es eso: un robo. Y quien roba a un ladrón… Pero ojo, no hablamos sólo de propiedades sino también de personas. Da gusto con estos amantes de lo público. Hispanidad redaccion@hispanidad.com