Escuchado en una iglesia de Madrid, padres franciscanos, oración de los fieles. Se pide por todo lo pedible. Por ejemplo, por las mujeres que en Arabia Saudí han sido detenidas por conducir, algo que no debe hacer una señora del califato.

También por el pérfido atentado contra una mezquita en Suecia. Algo que en efecto, está muy feo.

Eso sí, ni una palabra sobre, ni una oración por, ni un recuerdo de… el genocidio del Califato islámico, apoyado por países amigos de Occidente, o al menos inversores en el mismo, como Qatar.

Seguimos corriendo con mangueras a las inundaciones y con barcazas a los incendios. Ante la mayor persecución de la historia, aquí sí, verdadero genocidio, sólo que por razón de fe, no de raza, el de los cristianos en Oriente Medio, en las iglesias se reza por posibles ofensas de cristianos a musulmanes y por posibles ofensas de musulmanes a otros musulmanes.

¿Nos hemos vuelto gilipollas? No, sólo corremos con mangueras a las inundaciones y con barcazas a los incendios.

En cualquier caso, la jerarquía debería dar ejemplo. Hablar, no callar del genocidio cristiano en el Creciente Fértil.

Hispanidad

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