Se llama David Pérez (en la imagen), es alcalde de Alcorcón, un tipo coherente con sus ideas y con sus principios cristianos, razón por la cual ha sido condenado al ostracismo en el propio PP, que hoy huele a partido masoncillo de derechas. Fue el hombre que se enfrentó a la oficialidad y fue condecorado por ello: por ejemplo,  en la ley LGTBI, ya marginado, en los vientres de alquiler. Ha publicado en ABC el miércoles 25 un artículo donde no trata de esos hechos sino de cómo se cuentan estos hechos. Merece la pena leerlo. Es un fiel reflejo de la degeneración del PP. Hispanidad redaccion@hispanidad.com