Ya lo decía Mark Twain: "Octubre es un mes especialmente peligroso para especular con acciones. Otros meses peligrosos son enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, noviembre y diciembre". El consuelo de los no financieros es que el especulador suele llevar en el pecado la penitencia. Ahora bien, esto cambió cuando al nuevo concepto de especulación financiera se unió el del comisionista. Porque los mercados financieros están muy mediatizados. Ahora, cuando el particular quiere jugar a especulador bursátil le engañan pero por métodos legales: le obligan a meter tus ahorros en un fondo de inversión, donde el intermediario, comisionista, siempre gane, aunque su cliente pierda. Insistimos: la antigua banca, tan criticada, era mucho más honrada con el cliente que la nueva banca de la inversión colectiva. Y mucho más trasparente. Hispanidad redaccion@hispanidad.com