Pues hombre, eso queda así así. Los microcréditos se hicieron para que los pobres de solemnidad, pongamos en Bangladesh, pudieran poner un mini-negocio con el que ganarse la vida. Por ejemplo, una maquina de tricotar. Pero no para sobrevivir a la cuesta de septiembre, pago de colegios incluidos, en la provincia de Vizcaya. No desnaturalicemos la esencia del microcrédito. Hispanidad redaccion@hispanidad.com