En un acto en el que fue nombrado embajador del Ejército el juez Emilio Calatayud aprovechó para reivindicar el servicio militar obligatorio de cuatro mes para ellos y para ellas. La única duda es, si se formalizara de nuevo el servicio, ¿qué pasaría con todes? Pero eso va a ser más cuestión de Irene

Para el magistrado, cualquier persona medianamente objetiva estará de acuerdo en que las misiones que llevan a cabo nuestros militares, tanto dentro como fuera de España, nos hacen mejores a todos. Ya digo, vosotros sois vuestros mejores embajadores.

Por cierto, y volviendo al tema de la mili del que no iba a hablar, he propuesto en más de un ocasión el regreso de un servicio militar de cuatro o cinco meses para ellos y para ellas.

Según publica ABC, Calatayud expresó que al principio, cuando lo planteó le llamaron retrógrado, pero luego se empezó a escuchar que los gobiernos de Suecia, Francia y Alemania estaban sopesando la idea, y las críticas desaparecieron».

De hecho, según publica elordenmundial.com, el servicio militar obligatorio está ganando adeptos en Europa. Francia abandera el debate: abolió el reclutamiento militar obligatorio en 1997, pero el presidente Macron lo trajo de vuelta en 2019 con un programa piloto que combina servicio militar con un voluntariado para adolescentes. Al igual que en Francia, en Alemania la conscripción se ve desde dos perspectivas: por un lado, como una forma de integrar a la población en una sociedad con gran presencia de inmigrantes y cada vez más polarizada. Por el otro, para entrenar a la sociedad civil para que pueda apoyar a los militares profesionales en caso de desastre o conflicto con rapidez y eficacia. El debate también ha surgido, en mayor o menor medida, en Italia y Rumanía. Suecia, por ejemplo, eliminó el servicio militar obligatorio en 2000, pero lo volvió a introducir en 2017 como respuesta al aumento de tensiones con el gigante ruso.

Y a la postre, siempre, como un sistema para imporner la disciplina a una juventud a la que se considera carente de ella.