El Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero ha destinado casi medio millón de euros a un teléfono de atención sobre «discriminación por sexo» que incluirá denuncias de «publicidad sexista» como la que ha llevado al Gobierno a pedir a un empresario de Madrid que cambie el diseño de unas placas infantiles. Tales quejas serán canalizadas por el Instituto de la Mujer a través del Observatorio de la Imagen de las Mujeres. Este servicio será alternativo al del 016 habilitado también por el mismo departamento para atender a mujeres víctimas de violencia de género.

En plena crisis económica por la pandemia del coronavirus, este segundo teléfono acaba de ser licitado por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades que gestiona Beatriz Gimeno, alto cargo del ministerio de Montero. En concreto, el nombre del contrato habla de un «servicio gratuito de información sobre los derechos y recursos para las mujeres y víctimas de discriminación por razón de sexo», y el importe de licitación asciende a 464.534,42 euros, impuestos incluidos, para un periodo de ejecución de dos años.

El teléfono no sólo ofrecerá información sobre tales derechos, en en materia civil, penal, sociolaboral, de seguridad social, administrativa y, en especial, de «los derivados de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo», sino que también servirá al ministerio de Irene Montero para vigilar aquellas conductas que considere «sexistas», utilizando para ello a simpatizantes a modo de supuestos espías.

Así, por ejemplo, tal y como reza en el citado pliego, este segundo teléfono permitirá también la «recepción de quejas de publicidad sexista emitida en cualquier soporte, medio de comunicación o redes sociales, para su ulterior canalización al Observatorio de la Imagen de las Mujeres del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, mediante el formulario establecido en el sitio web del organismo».