La vicepresidenta Carmen Calvo trabaja arduamente, aunque esté en funciones, y finalmente, después de mucho insistir, ha conseguido que la Real Academia Española (RAE) analice en dos Plenos (el último de ellos el próximo día 19) la conveniencia de reformar la Constitución para dotarla de un lenguaje inclusivo y/o desdoblado, si se considerase necesario. Yo la voto para que ocupe un sillón en la RAE.

Para Calvo: «Es el momento de que la Constitución tenga un lenguaje respetuoso con ambos géneros, solo tiene lenguaje masculino y eso no se corresponde con una democracia desarrollada. Las mujeres no tenemos por qué reconocernos en el masculino, que además es absoluto en la Constitución», criticó. Por ello, aseguró que «se trata de evaluar el lenguaje de la Constitución en términos democráticos, yo consideré a la RAE suficientemente importante para respetarla y pedirle asesoramiento». Lo cierto es que las Academias, por sus estatutos, tienen obligación de elaborar los dictámenes que el Gobierno solicite.

De entrada, la vicepresidenta se ha olvidado de los trans, desinencia en "e". Para empezar hay constituicón, constituciona y, atención, constitucione.

La Real Academia Española ha realizado un informe técnico y neutral basado en la norma aceptada por todos los hablantes. En el «Libro de estilo de la lengua española» publicado por la RAE, la institución dio pistas claras de por dónde va su opinión: considera innecesarias todas las variables del doble género (los inclusivos «todos y todas», «todxs», «todes» o «tod@s») y deja claro que el género masculino, «por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos».

«Lo que el borrador hace es exactamente lo que se ha pedido: explicar si el lenguaje de la Constitución es inclusivo o no», advierte un importante académico. «El problema es que las mujeres que entienden que el lenguaje inclusivo es desdoblar todos los sustantivos y adjetivos saben bien que las menciones de la Constitución a los españoles y los ciudadanos incluyen a las mujeres», añade. Sospecho que la vicepresidenta le va a poner algún ‘pero’ o 'pera' a esa explicación.