Mariano Rajoy (en la imagen) era el invitado en el Instituto de Empresa Familiar (IEF), probablemente la patronal más importante de España. Ahora bien, no se equivoquen: el IEF no representa a la empresa familiar sino a los grandes grupos empresariales familiares. Les va lo grande, no lo pequeño. Y lo grande siempre despierta muy indeseables pasiones. Pues bien, Rajoy defendió que la presión fiscal media en España es igual a la media europea (36%), que es menor que Francia o Italia y mayor que los viejos países de economía centralizada (se ve que escarmentaron), los de la Europa comunista. Que sí, don Mariano, que sí, pero si la presión fiscal es la misma el esfuerzo fiscal no lo es: es mayor en España. Y usted sabe lo que eso significa. Porque medir el PIB sobre ingresos fiscales no es lo mismo que medir los impuestos sobre la renta per cápita. No hablamos de PIB sino de renta individual. Y en un país como España, de salarios bajos y con ominosa presencia del Estado (esto que los necios de Podemos llaman derechos) no se puede medir. Que no don Mariano, no se eche faroles: al español se le exige un esfuerzo fiscal muy alto. Demasiado alto. Claro, usted se aprovecha de que, dada la economía sumergida existente, es más fácil de calcular la presión fiscal (ingresos fiscales sobre PIB) que el esfuerzo fiscal (presión fiscal sobre renta per cápita). Pero la comodidad tiene poco que ver con la justicia. Hispanidad redaccion@hispanidad.com