El sindicato de Estudiantes ha convocado huelga. La verdad es que casi nadie se ha enterado pero los más gritones han salido en la tele, que esa es la clave del éxito y lo que permite decir la barbaridad de que el 90% de los estudiantes la han secundado. Los adolescentes podemitas son geniales: se inventan una cifra y la convierten en señal de protesta. Ejemplo: que nos devuelvan los 7.000 millones que nos han robado a la escuela pública. Es mentira, la escuela pública ha seguido, con el PP, siendo la mimada de los presupuestos mientras la privada está en retroceso. Al mismo tiempo, los adolescentes podemitas (y los adultos adolescentes, generalmente profes-funcioanrios de la pública) necesitan un motivo para protestar. A veces no es sencillo. Lo han encontrado en la LOMCE, ya muerta, y, naturalmente, han elegido el único punto positivo de la reforma Wert: las reválidas. Una madre de adolescente ha llegado a declarar que las reválidas suponen un estrés tremendo mientras un adolescente aseguraba que claro, no puede ser que tras tantos años de estudios venga un "extraño" y te suspenda. Para entendernos: que a los progres no les gusta el esfuerzo ni someterse a pruebas en cuya evaluación no puede presionar. Hispanidad redaccion@hispanidad.com