Pilar Abel se empeñó que se exhumaran los restos de Salvador Dalí. La jueza le hizo caso y se produjo el numerito. Ahora resulta que las pruebas concluyen que la señora no es hija de Dalí (en la imagen) y no tiene derecho a dinero alguno. Hubiera sido más sencillo que se comprobara si esa señora era hermana de su hermano legal, pues este último asegura no ser hijo del pintor. Entre otras cosas porque, con juezas como esta nos podemos encontrar con una ristra de candidatos que quieran hacer lo propio. Además si a alguien le dicen que es hijo de Buñuel podría creerse. Si a alguien le dicen que es hijo de García-Lorca le extrañaría más. Pues, por otras razones, lo mismo con Salvador Dalí. En cualquier caso, hay que respetar más a los muertos. Hispanidad redaccion@hispanidad.com