Cartel en un pueblo de la franja entre Aragón y Cataluña: Yo parlo chapurriau, que es como se autodenominan los hablantes de español con catalanismos o de catalán con españolismos. Y se entienden muy bien, porque al final, lo que se están tomando a coña -no como otros, que se lo toman demasiado en serio- es que hablan en dos lenguas y a las dos las consideran suyas. Es decir, un ejemplo para quienes han convertido el idioma en una enseña política en lugar una forma de comunicación.

Otra muestra de convivencia y e inteligencia: Valderrobres, pueblo de frontera entre Aragón y Cataluña. Fiestas patronales: las dos banderas, la española y la catalana, conviven en las fiestas.