Vista para sentencia la demanda por la custodia de ‘Cachas’ un perro, de la raza West Highland Terrier, que reclama cada uno de los integrantes de una pareja, que se separó en febrero de 2017.

La solución a este pleito civil, que se ha visto en un Juzgado de Primera Instancia y no en el de Familia puesto que la ley considera a los animales domésticos como cosas y no como seres vivos, se ha complicado ya que Carlos, uno de los litigantes, ha iniciado una nueva relación sentimental y se va a trasladar a residir a Alicante. Y claro, quiere llevarse con él al can.

En el juicio testificó la nueva compañera sentimental de Carlos, que afirmó que el perrito sufría ansiedad y estrés cada vez que retornaba de la casa de Silvia, la exmujer de su pareja. Vamos, todo un culebrón.

Los animales no son cosas, sino seres dotados de sensibilidad, lo que implica que, en determinados aspectos, no se aplique supletoriamente el régimen jurídico de las cosas, sino que se ha respetar su cualidad de ser... sensible

Con este panorama, el juez dictó en un auto el pasado mes de marzo que «Los animales no son cosas, sino seres dotados de sensibilidad, lo que implica que en determinados aspectos no se aplique supletoriamente el régimen jurídico de las cosas, sino que se ha respetar su cualidad de ser sensible». Y luego dicen que la justicia va lenta…será porque tienen cuestiones de gran calado que resolver, como esta.

Pero, mucho ojo, el fallo del juez en este caso será el primero de estas características que se producirá en Valladolid y, será firme y no recurrible ante la Audiencia Provincial.

Cuando Brigitte Bardot se entere de la historia, seguro que lo utiliza en su campaña electoral como candidata del Partido Animalista francés a las elecciones europeas.