Se ha hecho famosa por pasar las horas lectivas en huelga, para salvar al planeta, en lugar de ir al colegio. La joven Greta Thunberg asegura, en un discurso ante la Asamblea francesa, que tanto a ella como a otros niños que defienden el planeta, están siendo perseguidos por los extremistas. 

Bienvenida, Greta, al mundo en el que existe la discrepancia. Y es que la cabra tira al monte y lo políticamente correcto corre hacia acusaciones, como la persecución o el odio, para ir contra quienes no están de acuerdo con sus ideas e ideales. Un clásico que carga, cada vez más, contra los que defienden los principios cristianos. A esos sí que los persiguen.