El multazo de la Unión Europea a Google afecta a su entorno mercantil. Ahora bien, Google es, ante todo, un monopolio. Es el Ministerio de la Verdad, aquel engendro de George Orwell, en el siglo XXI. Y ya no es por sospechar que puede estar al servicio de un dogma o una ideología. Ya saben, yo solo conozco dos tipos de personas: los dogmáticos, que saben que lo son, y los dogmáticos que no saben que lo son. Google está a favor de los políticamente correctos y fue uno de los grandes financiadores de Obama. Pero no sólo eso: Google puede borrar buena parte de la historia y, además, los archivos digitales son frágiles. Aún más, la historia digital es la historia bien reseñada de las últimas 48 horas, pero a medida que nos alejamos en el tiempo resulta que se pierden los datos. Hispanidad redaccion@hispanidad.com