Cuando al Nuevo Orden de la Nueva Era no le gustan las palabras del Papa Francisco (en la imagen) las esconde tímidamente. Por ejemplo, días atrás, hablaba Su Santidad del animalismo. O sea de la animalada del animalismo. Y lo explicaba muy bien en pocas palabras: no es posible amar a los animales y despreciar al hombre, desvivirse por los bichos y mostrar indiferencia hacia las personas. Ahí hay algo que falla: la persona, el amor y la jerarquía de valores. Para ser exactos falla todo. Y lo cierto es que estamos rodeados de animalistas, incuso más que de animales. Hispanidad redaccion@hispanidad.com