Me encanta la directora general del FMI, Christine Lagarde, reina del eufemismo. Horas antes de explicarnos que, según los cálculos del FMI, la economía española crecerá un 2,6% (previsión al alza), y en entrevista con el diario El País, Lagarde aseguraba que las reformas en España no habían terminado. Por reformas, el FMI entiende reformas laborales, y por reformas laborales entiende despido libre. Pero no le llaman así. Le llaman la necesaria supresión del mercado laboral dual, entre empleados fijos y empleados temporales. Lo cierto es que con un contrato indefinido, un único contrato laboral, se solucionaría el problema de la dualidad. Con eso, y con una indemnización pactada de antemano, por mes trabajado. Y el despido libre pero pagado es justo. Ahora bien, sí es cierto que España debería adoptar el contrato único, no lo es menos que si queremos homologar condiciones de trabajo también debemos homologar impuestos laborales y salarios. Y miren por donde, de eso no habla nunca Christine. Hispanidad redaccion@hispanidad.com