Politizada. Ucrania presentó una canción de protesta contra el estalinismo soviético. Traducido: contra Rusia. Hablaba del genocidio contra los tártaros por parte de Stalin en 1944. Oiga, Stalin es un miserable pero la historia de los tártaros es la historia del salvajismo. Por ejemplo, el practicado por sus ancestros en Ucrania y Polonia. Eurovisión ha presentado un vestuario tirando a pornográfico, con algunas elogiosas excepciones. Eurovisión fue manipulada. Por ejemplo, Polonia obtuvo la medalla de bronce en voto popular pero el voto de los expertos (es decir, de los manipuladores) le hundió. O sea, que viva el pueblo y mueran los expertos. Los expertos lo único que hacen es manipular. El pueblo es más ecuánime. Ya lo decía Chesterton en materia de moral, preguntad al pueblo. Cuando se trata de juzgar, en ética o estética, lo mismo. Por lo demás, Ucrania, la ganadora, ha sido tierra de perseguidos, pero de cristianos perseguidos, no de tártaros perseguidos. Los tártaros, mayormente, han sido perseguidores. Lo que ocurre es que en la excatólica España estamos dispuestos a condenar cualquier persecución con tal de que no sea cristófoba. Particularmente, conectamos cuando dicha persecución, poquísimas en comparación con el total, ha podido ser realizada por cristianos… o se puede acusar calumniosamente de persecución a los cristianos. Ejemplo: la evangelización de América. O sea, que, encima, bobos. Lo de cantar en inglés es otra. La mejor la representante de Austria, con lenguaje materno alemán, que decidió cantar en francés. Hispanidad redaccion@hispanidad.com