Martes tarde. La Comisión Europea presenta su análisis económico. Diagnóstico: la economía europea está débil, la española también. Sigue creciendo, con lentitud, ciertamente, sólo que cada vez crece menos. Sigue reduciendo su deuda, pero la reduce poco. Sigue luchando contra el déficit (primera bronca de la Comisión al Gobierno Sánchez en este punto), pero no se llega al necesario déficit cero y, sobre todo, el PIB va a mejor… pero cada vez, va menos mejor (ver cuadro adjunto con las previsiones económicas europeas primavera 2019).

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En definitiva en Europa deben imitar a Estados Unidos que no languidece. ¿Por que? Por un mercado laboral flexible, donde se acepta el despido libre a cambio de salarios dignos, donde el Estado -y, por tanto, el Estado del Bienestar- pesa menos que en España y donde todo lo que no esté expresamente prohibido, esté permitido. En Europa, por contra, todo necesita de un permiso previo.