Australia ha aprobado este jueves una ley que establece sanciones a aquellas personas que tengan a sus mascotas encerradas durante más de 24 horas y no los saquen a pasear. Porque, según esta ley, son «seres sintientes» y no una «propiedad».

Eso sí, están exentos los dueños de gallinas o pájaros enjaulados. Eso es discriminación. Basta con atarles una cuerdita a las patitas y se les puede pasear igual.

La ley, que entrará en vigor en los próximos seis meses no solo regula el paseo de las mascotas o su libertad, sino en atender todas sus necesidades. Incluye multas de 4.000 dólares y también se contemplan penas de cárcel si se pone en riesgo el bienestar animal. Por ejemplo, si un propietario permite que las uñas de su perro o gato crezcan demasiado o si la piel del animal se ha llenado de pulgas por un cuidado deficiente.

Para controlar que la normativa se cumple han incluido «inspectores de bienestar animal». Tendrán potestad para pedir a los dueños de los animales sus datos personales, y negarse a facilitarlos podrá suponer una multa de hasta 2.400 dólares.