Mitch Felderhoff, quería practicar con el ejemplo, ingiriendo comida para perros, que es justamente el producto que fabrica su empresa Muenster Milling,

Así que, el empresario se ha estado alimentando durante un mes solo con tal delicatessen para concluir  que "la comida para perros no es fácil de comer. Sabe como si oliera". A lo mejor es que, aunque lo has comido en el bol adecuado, lo has hecho sentado cómodamente en tú sofá y no a cuatro patas, como tus 'clientes'. 

Al parecer, durante estos 30 días, a Felderhoff le ha costado mucho trabajo tragarse la comida, por muchas albóndigas de pollo y hamburguesas de alce que contuviera. Menos mal, que se le ha ocurrido hacer ayunos intermitentes, porque la opción de compartir los alimentos con sus allegados para no sentirse solo en tal hazaña, no ha tenido éxito.

Pero, claro, al aventurero Felderhoff le movía una profunda motivación: "Las mascotas se enfrentan a una crisis de obesidad y muchos alimentos para mascotas son elaborados por compañías de dulces que usan el mismo proceso e ingredientes para hacer alimentos para mascotas". Él tenía que demostrar que sus productos son sanos, incluso, para las personas y que gracias a ellos los canes no perderán la línea. ¡Bravo Mitch!