Lo aprendieron de Irene Montero, la portavoz parlamentaria de Podemos, para quien la Eucaristía que retrasmite los domingo RTVE debería cambiarse por clases de educación sexual, que es lo que desean los ancianos y enfermos que siguen la misa por tv. Sin ir más lejos, uno mira la Catedral de Barcelona y se da cuenta de que presenta grandes semejanzas con un economato o un autoservicio descuento. Pero lo más relevante es que el PP no salga en defensa de la catedral. Porque el futuro, no lo duden, será el intento del Nuevo Orden Mundial (NOM), no sólo para cerrar iglesias sino, sobre todo, por acabar con lo más importante de los templos: la celebración de la eucaristía. Se trata del primer objetivo político del Nuevo Orden Mundial (NOM). Y contra eso, contra la profanación de una catedral sólo vale la defensa física, sí, violenta, contra la violencia oficial. Hispanidad redaccion@hispanidad.com