Sucedió en la tarde del jueves, durante la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso. Durante su intervención, el diputado de Vox, Rubén Manso habló de los ‘dictadores’ romanos, a los que se les otorgaba temporalmente el poder para ‘dictar’ normas hasta que la situación que fuera se normalizase. ¿Les suena? Algo muy parecido a la situación actual y nada que ver con el significado más peyorativo del término.

Todos lo entendieron así menos Pedro Casares, diputado del Grupo Socialista por Cantabria que se rasgó las vestiduras y, aprovechando la ausencia momentánea de Manso, solicitó que retiraran sus palabras del orden del día, algo muy serio y que sólo se realiza en contadas ocasiones. El presidente de la Comisión, Celso Luis Delgado, del PP, se negó a hacerlo.

Es el espíritu censor del PSOE.