El perro se llama “Eclipse”, es un mezcla de Labrador de dos años de edad, y suele utilizar los autobuses de Seattle (Washington) para desplazarse. “Todos los conductores lo conocen. Se sienta aquí como una persona“, comentó el conductor Tiona Rainwater.

Es habitual ver a la perra vagando por la “D-Line” buscando un asiento y saltando al lado de un desconocido. “Sube y baja por sí misma“, explicaba Miles Montgomery, un locutor de una radio de Seattle.

Su dueño, Jeff Young dice que empezó a viajar en autobús con Eclipse para llevarle al parque para perros de Belltown. Antes de entrar en el autobús desde la parada de su apartamento, Jeff deja de fumar. Si el bus llega antes de que lo haga, Eclipse coge sólo el bus. Puede que el can sospeche que su dueño se va a echar atrás, amedrentado por los 7 grados de temperatura media de Seattle y, antes de perder el bus, decida irse sola.

Atentos porque informaciones como esta nos demuestra que los animales son cada vez más autónomos… ¿corremos peligro los humanos de llegar a ser sus mascotas? Los hay que ya se han planteado la posibilidad.

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