Y es que las plantillas también envejecen. RENFE tiene 14.000 trabajadores directos y 9.000 indirectos. De los primeros, la mitad se jubilará antes de diez años. Es decir, que ya están en los 55. ¿Eso es bueno? Pues al menos es bueno porque no se prevén procesos de prejubilación y porque, a pesar de la juvenalitis que nos afecta, la experiencia de los veteranos debe servir para algo. No olvidemos que el envejecimiento de la población europea, nos guste o no, exige a los políticos retrasar la jubilación -o no podrán pagar las pensiones- y exige a los empresarios no prejubilar ni a una mosca. Hispanidad redacción@hispanidad.com