Todavía no ha comenzado oficialmente la campaña electoral en Venezuela, pero los aspirantes socialistas a diputados arrancaron este fin de semana el recorrido por los barrios populares para pulsar el ánimo de los votantes, que en estos momentos se preocupan más por sobrevivir en la profunda y peor crisis económica y social de su historia y no tanto por la política.

Vuelven Maduro y sus estrategias para conseguir votos. Esta vez, ha ocurrido Brisas del Río en Barinas, la tierra natal del extinto Hugo Chávez, donde los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se prodigaron regalando mortadela a los vecinos para promocionar las «fraudulentas» elecciones, así consideradas por la oposición.

Según publica ABC, en otras zonas del interior también ofrecieron el embutido pero las imágenes de Barinas por ser la cuna del chavismo fueron las que se destacaron en las redes sociales.

Pese a los regalos del régimen, los venezolanos no parecen estar dispuestos a acudir a las urnas en diciembre. Y lo dice Luis Vicente León, director de Datanálisis, quien afirma que la participación en diciembre será muy baja, «solo entre un 10% y 15% va a votar».

La razón principal de la apatía de los electores es la grave situación económica, la inflación de más de 3.000% acumulada en el año, la falta de gasolina, alimentos, medicinas, gas, agua, luz, transporte que ha venido empeorando por la pandemia y el confinamiento parcial.