El catolicismo y, por tanto, los católicos, hemos sido expulsados de la vida política española. Y me temo que dentro de poco, también de la vida pública en general. Pues bien, eso significa que estamos en el momento idóneo para volver a votar en conciencia y no para ganar. Para ganar es para lo que concurren a las elecciones los políticos. Los electores concurrimos para cambiar las cosas, ergo tenemos que votar en conciencia y en coherencia, aunque sea a fuerzas minoritarias. Por dos razones: 1.- De nada vale cambiar la política si antes no cambiamos la sociedad. 2.- Porque si votamos a fuerzas minoritarias estas fuerzas dejarán de ser marginales. La coherencia siempre tiene premio. Hispanidad redaccion@hispanidad.com