La respuesta es sencilla. Cuando se sabe culpable. Pero cabe la posibilidad de que no lo reconozca.

Se llama José Enrique Fernández de Moya y es secretario de Estado de Hacienda. Imputado por un montón de delitos como alcalde de Jaén. Un grito se alza en el Parlamento: dimisión. Ahora bien, como la lucha contra la corrupción se ha convertido en un vodevil tan grasiento y mentiroso como la propia corrupción, yo no creo que alguien deba dimitir cuando es acusado sino cuando es condenado. En tal caso, cuando la instrucción decida llevarle a juicio y no el archivo provisional.