La prensa catalana ha entronizado a Rafael Besoli (en el medio de la imagen), activista (como Ada Colau, alcaldesa y activista según el retrato de José Mota) del grupo Xarxa Barcelona Antirumors, que pretende combatir rumores, estereotipos y tópicos. Especialmente respecto a la comunidad musulmana. Traducido: vamos a defender a los asesinados: cualquier cosa que se diga sobre el islam, por muy cierta que sea, resultará estereotipo y tópico. Y si descubrimos exageración o mentira sólo cuando afecte al pobre moro, claro está. Hombre, cuando unos musulmanes han asesinado a 16 inocentes lo más probable es que surja la rabia y la exageración que lleve a dar pábulo cualquier tipo de rumor. Y la mentira nunca debe aceptarse. Ahora bien, sorprende que surja una grupo de internautas activistas en defensa de los rumores que atacan a los asesinos y no en defensa de las víctimas. Yo soy el padre del niño australiano asesinado en Las Ramblas y, de entrada, les mando a Besoli y a sus compis a freír espárragos, oh sí. No se apuren, estos alabados activistas contra el rumor sólo tienen un problema: el miedo. Están afectados por el síndrome de Estocolmo, y eso les lleva a defender al secuestrador para que no les mate. Cuando hablamos de terrorismo, el rumor y la hipérbole no constituyen los problemas principales. Tampoco urgentes. Hispanidad redaccion@hispanidad.com