Pues sí, en un principio me llamó la atención que un Papa descendiera hasta tal grado de concreción. Pero ahora pienso que ha hecho bien: en concreto se entiende mucho mejor. Por 11 horas de trabajo, 600 euros es muy por dinero, es una explotación.

Pero, ojo, la cifra empleada por Francisco (en la imagen) se aproxima demasiado al salario mínimo interprofesional (SMI) vigente en España: 648,6 euros mensuales, por 14 pagas.

Y eso duele. Pero tranquilos, el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, ya nos ha ilustrado con un par de citas a capón: lo importante es conseguir empleo, no el salario del mismo. Lo que viene a recordar el viejo aforismo castellano: "yo lo que quiero es salud, trabajo… y que lo paguen".

Hispanidad

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