El Plan Juncker, la estrella de la economía europea, y por lo que el jetas del luxemburgués quiere pasar a la historia totaliza nada menos que 315.000 millones de euros. La pera limonera. El presidente de la Comisión Europea (en la imagen junto a Rajoy y Hoyer) lo ha vuelto a vender en su paso por España, donde se ha celebrado la Cumbre sobre interconexiones energéticas.

Ahora bien, resulta que dinero público, lo que se dice dinero público, de esos 315.000 millones de euros sólo 16.000 millones. Esto es, un 5% del total. Además, el sector público aporta otros 21.000 millones de préstamos del BEI. Pero ojo, esto no son presupuestos, sólo el coste de los tipos de interés remunerados. O sea, poquito, poquito.

El resto es inversión privada, que obviamente puede acudir o no acudir, dependiendo de la rentabilidad que presuponga. En cualquier caso, y lo volvemos  a dejar bien claro con nuestra información de hoy jueves sobre interconexiones energéticas, el Plan Juncker no es una gran cosa pero sí representa la excelsa caradura del actual presidente de la Comisión Europea.

Y por cierto, en este punto hablamos de infraestructuras. Dichosos aquellos tiempos en que las infraestructuras, al redes, diríamos hoy, las construía el Estado y la inversión privada producía lo que circulaba por ellas.

Hispanidad

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