Madre de los pecadores, ruega a tu Hijo bendito que de mis gran errores que me dé por libre y quito Juan Álvarez Gato (1440-1510). Desconocemos si el ministro Montoro (en la imagen) es aficionado a la poesía pero no le vendría mal saber que los clásicos ya desconfiaban de la deuda. Asegurar que los periodistas exageramos el peso de la deuda porque otros países la tienen mayor, es aquello de mal de muchos consuelo de tontos. La deuda, la de los países, la de las empresas y la de las familias (esta mucho menos en términos absolutos y relativos, porque no se endeuda quien quiere sino quien puede) nos lleva inexorablemente a una condonación, una quita o a una guerra. Y no lo digo por asustar. Loa políticos nos han mentido con las pensiones, problema irresoluble por el envejecimiento de la población. La deuda global que circula por el mundo es de 235 billones de dólares. ¿Es posible pagar eso? ¿En cuánto tiempo? De mis grandes errores que me den por libre y quito. Sobre todo quito. Hispanidad redaccion@hispanidad.com