Cuando se escriben estas líneas, Carlos Ruipérez continúa ingresado en el Hospital Clínico San Carlos después de, supuestamente, sufrir un infarto durante la mañana de este jueves. Desde aquí nuestro deseo de su pronta recuperación.

Pero a lo que vamos: Ruipérez no ha dimitido a pesar de las amenazas de su partido. Según él, los contratos que están siendo investigados son anteriores a su llegada al ayuntamiento. El caso ‘Enredadera’ se parece mucho a otros casos destapados en España y sugiere la misma pregunta de siempre: ¿debe dimitir un alcalde por el simple hecho de estar investigado, antes imputado? Porque si es que sí, ¿qué ocurre si luego deja de estarlo y se demuestra que era totalmente ajeno a todo?

Es lo que opina Ruipérez: seguirá en el cargo hasta que su situación procesal no quede “perfectamente definida”. El partido de Albert Rivera, sin embargo, ya está tramitando su expulsión... del partido, que no del ayuntamiento. En definitiva, qué difícil es hacer cumplir las medidas ‘ejemplarizantes’ si el sujeto involucrado no quiere.