El carbón es uno de los combustibles fósiles con mayores reservas en el mundo para que la humanidad lo utilice. Y ese es uno de los combustibles cuyos ataques al medioambiente pueden neutralizarse mejor. Si en lugar de pagar por utilizar carbón a un tercero -sea pobre o rico- pagáramos por introducir la tecnología necesaria para que el carbón no contamine tanto, a lo mejor habíamos conseguido una forma barata de producir electricidad y de reducir la dependencia energética. Pero como nuestra nueva religión es el ecopanteísmo, con la correspondiente liturgia de adoración al planeta tierra, nos encontramos con comunicados tan necios y arrogantes como el de los ecologistas de WWF. Acusan a España de quedarse fuera de la alianza global contra el carbón. Seguro que al final entraremos pero algunos tenemos esperanzas de que no sea así. Eulogio López eulogio@hispanidad.com