En el Parlamento Europeo discuten si otorgan derechos a los robots.

Lo cual indica que Europa, cuna del mundo y la civilización y el pensamiento, se está volviendo definitivamente idiota.

Pero es que además, en el intento asoma ese odio por la raza humana que siente el hombre actual, que intenta equiparar la máquina, o los animales, al hombre.

Muy ilustrativo. Todos necios, todos imbéciles… en el templo de la soberanía popular europeo. “O así”, que dijo un vasco.