Sabias palabras, las pronunciadas ayer en el Senado por don Pedro Sánchez, sobre los políticos catalanes presos: dejad hablar a los jueces, luego haremos política. Es decir, les indultaremos.

O sea, dejad a los jueces que decidan libremente. ¿Por qué no, si lo que digan no va a tener validez alguna dado que en 24 horas lo dejaré en papel mojado con un indulto?

Sánchez ya tiene claro que les va a indultar. Pero, eso sí, respetando la independencia judicial, que es sagrada.

Lo mismo hizo con el famoso impuesto sobre las hipotecas. En 12 horas, se cargó el dictamen del Supremo.

Todo sea por la independencia judicial.