Elecciones en el Reino Unido. Este viejo corazón no puede resistir la emoción de contemplar a David Cameron (en la imagen) disfrazado de obrero -en mangas de camisa de corte, que es lo que él cree que visten los obreros- y hasta comiendo un perrito caliente, eso sí, con cuchillo y tenedor. Pero a este aristócrata snob se está jugando el cargo y eso le preocupa mucho. Y también preocupa a los especuladores financieros, que quieren que gane el del perrito caliente, porque al dinero le gustan los capitalistas. ¿Cómo chantajean los especuladores al electorado? ¿Cómo intentan los mercados forzar los comicios? Pues vendiendo títulos y forzando los índices a la baja y la deuda pública al alza. Un chantaje sí, aunque un poco tonto, porque sólo funciona cuando hay muchos tontos convencidos de la bajada de la bolsa y coincide con una peor evolución de su bolsillo... y no tiene por qué ser así. Ahora bien, hay otra pregunta a hacerse: ¿adónde va dinero que sale de la bolsa con la intención de forzar el triunfo de la derecha política o de la izquierda, asimismo especulativa? Por lo menos, la cosa es sospechosa. Y reparen en otra cuestión: las bolsas de toda Europa se desplomaron el martes ante la posibilidad de que Grecia, 2,5% del PIB europeo, no pagara sus intereses. El miércoles, tras anunciar el pago de 200 millones, en intereses, al FMI, las bolsas se recuperaron, la prima de riesgo bajó y todos somos felices. Hispanidad redaccion@hispanidad.com