La presidenta de la Comunidad de Madrid aprovechó su presencia en el programa de Bertín Osborne para promocionar la dieta mediterránea. Por ello, Burger King le hizo llegar su menú favorito. Y Cifuentes no lo pagó. Lamentablemente, la envidia es muy peligrosa: Ciudadanos, PSOE y Podemos se han unido en la cámara madrileña para  formar una comisión de investigación. El tema es obvio: se trata de dilucidar responsabilidades políticas de una presidenta que recibe, gratis total, regalos de una multinacional. Especial gravedad reviste el soborno con la hamburguesa Whopper, la favorita de la presidenta, cuya ingesta del producto amenaza su estabilidad emocional y, por tanto, la estabilidad política de la Comunidad autónoma madrileña. En cualquier caso, el asunto es grave. Hispanidad redaccion@hispanidad.com