Tras la experiencia del primer día de salida -tras 40 de encierro- de los niños españoles y… de sus padres, ciudades como Valencia, Cataluña y Huelva han exigido responsabilidad a sus ciudadanos tras los "numerosos incumplimientos" y han advertido de sanciones. Vamos, en la línea de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha alertado incluso de una vuelta atrás en la concesión del Gobierno a estas salidas.

En Valencia, por ejemplo, el concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento, Aaron Cano, ha explicado que este domingo "no se iba a aplicar ninguna sanción"sino que era el día para "explicar a la gente los motivos por los que uno puede ser sancionado". "Mañana se procederá a las sanciones, la pedagogía termina hoy a las 21 horas de la noche". 

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, también se ha pronunciado al respecto en redes sociales. Ha indicado que al final del día -domingo 26- el Ayuntamiento evaluaría "el grado de cumplimiento o incumplimiento, en qué zonas y franjas horarias", una información que trasladará a "las autoridades competentes para que lo tengan en cuenta y puedan tomar las decisiones oportunas". A Marlaska le sobra esta información, que para eso el ministro del Interior ha ido por delante –en la monitorización que no en la vigilancia a los españoles- y ya está geolocalizando a los ciudadanos.

Y desde Cataluña, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha afirmado este domingo que "muchas de las imágenes del día de hoy no son aceptables", en referencia implícita a algunas aglomeraciones."Solo saldremos de esta si somos conscientes del riesgo y el peligro extremo del Covid-19. La salud de todos depende de todos. Solidaridad", ha escrito en un tuit este domingo. Si Torra habla de solidaridad es que la situación se está complicando…

La guinda la han puesto los telediarios. Hasta ahora, los telediarios simplemente constituían la información más frívola, ahora han mejorado mucho: constituyen el brazo armado del poder ante un pueblo neurótico por el miedo al virus, un instrumento tan histerizado como los propios receptores. Hasta Matías Prats nos ha echado la bronca por irresponsables e insolidarios.