La multinacional del aborto más grande del mundo, International Planned Parenthood Federation (IPPF), recientemente anunció el cierre de 5.633 instalaciones asociadas en 64 países debido a la pandemia de coronavirus.

También informó que otras 23 clínicas limitarán sus actividades referidas a proveer abortos, según su más reciente encuesta oficial, publicada en abril.

Aproximadamente un tercio de estos cierres se han producido solo en la región del sur de Asia. Entre los países que cerrarán más clínicas se encuentran Pakistán, El Salvador, Zambia, Sudán, Colombia, Malasia, Uganda, Ghana, Alemania, Zimbabwe y Sri Lanka.

En 2018, IPPF practicó cerca de 1.4 millones de abortos en todo el mundo, realizando un poco más de la mitad a través de abortos químicos (píldora abortiva). La organización también enumera 122.820 tratamientos de abortos incompletos, lo que podría explicar cualquier aborto químico que fracasó y tuvo que continuarse con aborto quirúrgico.

No obstante, IPPF anunció que está intentando expandir sus capacidades de telemedicina, para que las mujeres tomen los “medicamentos en sus propios hogares, como medicamentos para el aborto químico”.

Ante esto, la plataforma provida Live Action asegura “los abortos con medicamentos no ayudarán a las mujeres”, debido a que las “complicaciones de la píldora abortiva podrían enviarlas a salas de emergencia ya cargadas y aumentar su riesgo de exposición a COVID-19”.