Faltaría más. Fiel a su sensibilidad y a su coherencia habituales Ada Colau se fue de la cena de entrega de los premios Planeta, entregados este año a Javier Cercas y Manuel Vilas. ¡Con lo elegante que se había puesto para la ocasión!

La que se quedó fue la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo. ¡Cuánta frialdad!

La alcaldesa no podía soportar los “inaceptables” actos vandálicos ocasionados por grupos violentos de manifestantes en su ciudad y pidió a todas las instituciones que hicieran un llamamiento a la calma.

Colau es consciente de que estos actos  “ponen en riesgo la seguridad de los vecinos”. Y ella se debe a sus vecinos. Por encima de todo.

La alcaldesa señaló en un tuit que Barcelona es una “ciudad de paz y diálogo” y que no quiere “prisiones injustas ni cargas contra gente pacífica”-pobres manifestantes, que llevan años oprimidos y reprendidos por el Estado Español-. Tranquilos, vuestra alcaldesa, la de todas y todos los barceloneses, está con vosotros. Y es todo sensibilidad.