Conste que la iniciativa no ha surgió de la mirada perdida de Ada Colau, sino del magín de Ciudadanos, cuya portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona es Carina Mejías (en la imagen) que son unos chicos muy de derechas pero muy progres: legalizar la prostitución en Barcelona.   Es decir, autorizar locales donde se prostituyan mujeres de forma, eso sí, voluntaria. Vamos, las muy voluntarias coimas de Ada Colau. La iniciativa de Ciudadanos es genial: como la prostitución es alegal en España ya está: aprovechamos la situación para crear locales que sirvan como casas de lenocinio. Lo de voluntarias es lo mejor, porque revela la tontuna progre de mantener que los malos son los proxenetas y los clientes, pero las prostitutas son maravillosas. Pues no, una barragana voluntaria, que lo hace por vicio y por dinero, resulta tan repugnante como un proxeneta. Por no recordar que las prostitución no debe ser legalizada en ningún caso. No porque la mujer resulte esclavizada, no por la trata, no por la profusión de proxenetas, no porque vaya unido a la drogadicción, no por la matanza de nonatos que siempre conlleva, no por motivos de higiene y de salud pública. Por todo eso, y porque es una inmoralidad y una degradación del sexo y de la sexualidad humana, que es algo más que importante. Y esto, sea voluntaria o forzosa. La propuesta ha surgido de Ciudadanos, tomen nota, con el apoyo de BComú, ERC y CUP. Barcelona promete convertirse en una gran ciudad. Hispanidad redaccion@hispanidad.com