Pedro Sánchez vende dialogo. Tenemos un demagogo en Moncloa y ha llegado hasta allí con el apoyo de separatistas burgueses, proetarras, radicales levantinos, republicanos independentistas y un canario que vende caro su voto. Así que tiene mucha gente con la que dialogar.

Quizás por ello ha advertido que piensa a acercar los políticos separatistas catalanes presos en cárceles madrileñas a prisiones catalanas para “que estén cerca de sus familias y cerca de sus letrados”, a fin de que puedan disponer de una asistencia letrada adecuada. Esto último resulta un poco chocante.

En cualquier caso, “cerca de sus familias y de sus letrados”. Sánchez emplea con los reclusos separatistas el mismo lenguaje del PNV con los presos etarras. A lo mejor lo hace por la “normalización” de Cataluña.