Artur Mas es el hombre que ha arrastrado al borde del precipicio a miles de catalanes. Lo malo es que esos catalanes no son políticos, ergo son sinceros y se han creído la soflama de este aprendiz de brujo. Así, quieren continuar… hacia el abismo. Mas no sabe cómo dar marcha atrás y de ahí su actual patetismo, perfectamente reflejado en el montaje que corre por Internet, de un Artur Mas con pelambrera CUP (ver imagen). Por otra parte, los catalanes mejor informados empiezan a caer en la cuenta de que una cosa es ser independiente y otra ser autodependiente. El auto-dependiente es el que se basta a sí mismo, el independiente el que no quiere saber nada con el de al lado. Cosas bien distintas. La autodependencia era la propiedad que algunos teólogos otorgaban a Dios. Se basta a sí mismo pero está voluntariamente imbricado en la peripecia humana. Y muy imbricado. Hispanidad redaccion@hispanidad.com