Rajoy intenta la paradoja. Por un lado, aparecer ante la ciudadanía como el hombre firme ante el desafío independentista catalán. Pero, dada la tendencia a la inmolación que caracteriza a los catalanes, en concreto a Artur Mas, prefiere que sean otros quienes den el palo. Por ejemplo, el Tribunal Constitucional (TC). Y así, el recurso presentado ante el TC por Rajoy durante la mañana del miércoles, por la abogada general del Estado, Marta Silva, pide, expresamente, que el TC, no el Gobierno, cese a cualquier cargo de la Generalitat o del Parlament que aplique la declaración de independencia. Es decir, que el cese parta del TC, no del Gobierno. De esta forma, Rajoy no se arriesga a aparecer como un líder represivo y se lleva el mérito de la firmeza frente a los separatistas. Hispanidad redaccion@hispanidad.com