La libertad, sobre todo, de los catalanes no separatistas. En Cataluña reina la opresión pacifista, que no pacífica: todo el mundo sabe lo que se debe decir y lo que no se debe decir.

En la mañana del martes 31, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, pedía más dureza a Pedro Sánchez con los independentistas.

Pero Sánchez no puede ser más duro: es rehén parlamentario de los separatistas.