Caso real de lo que la Vicepresidencia Sáenz de Santamaría dice de una administración eficiente en la relación con los ciudadanos. El ciudadano ha sido espléndido. Tiene derechos a prestación por desempleo. Debería haber cobrado en julio y a 31 de agosto y acude la oficina del Servicio Nacional de Empleo. La funcionaria, algo cansada de vivir, se asegura de que si no le han ingresado el 'salario' es porque ha cometido algún error. El beneficiario insiste en que ya hizo la gestión y la funcionaria, harta de parásitos lelos, empieza a revisar el asunto. Al final, descubre que la orden se le había quedado en bandeja de salida. Y claro, pues que no había quebrado. Cosa extraña que el funcionario se equivoque pero la solución es peor: resulta que no hay solución porque no se puede pagar con efecto retroactivo. Así que debe ser el damnificado quien llame al Ministerio de Trabajo para hacer una reclamación por un error cometido por el propio Estado, porque aunque no lo crean, en las oficinas del antiguo INEM no hay teléfonos. Así que la víctima que se las arregle. Le tocará llamar a una máquina que le volverá loco probablemente para no conseguir nada. Es la gran tarea realizada por la vicepresidenta. El programa de modernización de la administración pública española.  Si no fuera por el PP… Hispanidad redaccion@hispanidad.com