'Fiesta pagana', dicen en la tele. Y tan pagana. Pero también lo es Halloween y no le llaman pagana. Es más, don Carnal reconoce a doña Cuaresma e intenta fastidiarla pero Halloween es un lavado de cerebros para niños donde nadie reconoce su origen de exaltación del mal y ensañamiento con el débil. Esto es, su origen satánico. En cualquier caso, el carnaval de Venecia ocupará 15 días de ocultamiento de identidad. Y lo cierto es que nadie que vaya a hacer algo bueno se esconde. El carnaval de Brasil es la exaltación de la animalidad humana, con su correspondiente rosario de violaciones y exhibicionismo. Pero no el ocultamiento ni el fingimiento, ni el refinamiento de Venecia, que me parece aún más peligroso. En cualquier caso, el carnaval es eso: unas veces, brutalidad; otras, desprecio; siempre, fingimiento. Eulogio López   redaccion@hispanidad.com